“Estamos perdiendo parte de estos bosques y debemos tomar conciencia de que debemos convivir y no competir con el bosque”, expresó el subsecretario de Recursos Forestales Río Negro,Fernando Arbat,.
La definición se refiere a la “competencia” que encabeza el hombre al radicarse en los bosques nativos, la compra de terrenos y la construcción en lugares atractivos por sus árboles nativos y vistas al lago Nahuel Huapi y a las montañas.
Ese mismo atractivo se va convirtiendo en la amenaza del bosque, cuando al construir, los vecinos van volteando árboles para hacer lugar a la casa, por “riesgo temido” por eventuales caídas de ramas o árboles, y por ampliar las vistas.
“Muchísima gente que se vino a vivir a Bariloche o a la Patagonia fue por el atractivo de la vegetación, los lagos y el ambiente que nos rodea, este recurso formidable. Pero lo primero que hace la gente es intervenir el bosque y voltea el bosque nativo”, explicó.
“Ahí empezamos a competir con el bosque. La mano del hombre tiene más poder y siempre pierde el bosque. Las regulaciones locales, provinciales y nacionales apuntan a evitar eso y hay que respetarlas. Tomar conciencia de que si vivimos acá tenemos que aprender a convivir con el bosque y no competir con él”, dijo.
Invasión
Arbat señaló que otra de las graves amenazas de los bosques nativos es la invasión del pino exótico, por aquellas plantaciones que se realizan en los alrededores, con especies como el pino oregón, el murrayana y otros que no son de este lugar.
“Los pinos van invadiendo el bosque nativo, lo sofocan y luego lo terminan matando”, explicó, y describió que parte del trabajo de la Subsecretaría de Recursos Forestales de Río Negro apunta a concientizar al productor maderero o de otros sectores a evitar este proceso.
“Para eso asesoramos y acompañamos al productor en la ubicación de las forestaciones, el tendido de alambrados y el mantenimiento de cuadros”, señaló.
Diversidad y riqueza
Arbat explicó que el Bosque Andino Patagónico o selva fría, como se la conoce a través de la Selva Valdiviana, es característico del sur de Argentina y Chile.
Allí predominan varias especies, entre las que se distingue el ciprés de la cordillera (especie protegida), la lenga, de la familia de los Nothofagus, y el coihue.
Además hay radal, ñire, laura y maitén, en una “conformación de bosques a distintas altitudes que hacen al Bosque Andino Patagónico”.
“La riqueza y la diversidad del sotobosque con una gran variedad de especies, como helechos, hongos y otras, conforman un ambiente muy diversificado y de gran riqueza”, afirmó.
Destacó que para cuidar y preservar este patrimonio natural, el Gobierno de Río Negro cuenta con la Unidad Ejecutora de Bosques Nativos dentro de su Subsecretaría, que a la vez está en el Ministerio de Producción y Agroindustria.
Agregó que el área tiene presupuesto propio y cuenta además con financiamiento nacional de la Ley 26.331 de Bosque Nativo, para gestionar en Río Negro la protección, conservación y el manejo de los bosques”.
“El trabajo apunta a reforestar con especies nativas, poner en conocimiento de los productores la importancia del cuidado, y con esta ley contamos también con un 30% de los montos para fortalecimiento institucional, para contratar técnicos y recursos logísticos para atender todo el bosque nativo que tenemos en Río Negro”, dijo.