Sanear y cuidar los recursos naturales: el innovador plan que pone a Río Negro a nivel de vanguardia

Se trata de una política hídrica que parte de un claro objetivo: sanear y preservar los recursos hídricos, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos.

Es así que el Gobierno Provincial ya desarrolla este tipo de experiencia en tres localidades y de la mano del Plan Castello podrá hacerlo en siete más.

En Ingeniero Jacobacci y General Conesa se trabaja de forma parcial en estas iniciativas con sus plantas actuales y Choele Choel, desde el año pasado, cuenta con la primera planta de Río Negro bajo este concepto innovador.

En Ingeniero Jacobacci el proyecto se viene desarrollando hace varios años y en General Conesa lo hacen desde 2018. Además del aprovechamiento y la eficiencia que se le saca al agua, el recurso contiene nutrientes como son el nitrógeno y fósforo, que son propicios para que los distintos cultivos tengan un mejor crecimiento.

 

Un proyecto innovador

 

Ahora, con el Plan Castello Río Negro es una de las pioneras en innovar para el cuidado del ambiente y en 2020, Viedma, Las Grutas, Mainqué, Pilcaniyeu, Luis Beltrán, Villa Regina y Playas Doradas, son las localidades que se sumarán a esta experiencia con las nuevas plantas de saneamiento que se están construyendo.

“Es un desafío ambiental muy grande, estamos a nivel de vanguardia en el país, dado que somos prácticamente una de las pocas provincias junto con Mendoza y Chubut que estamos trabajando en este concepto en el cual aprovechamos el agua dos veces. En primer lugar, se capta para los distintos usos domiciliarios y domésticos y luego, en vez de desecharla, la volvemos a  aprovechar para un sistema de riego”, explicó el titular del Departamento Provincial de Aguas, Fernando Curetti.

Esta política hídrica tiene varios fundamentos. El agua tratada de una forma segura es una fuente sostenible y asequible de agua y energía, así como para obtener nutrientes y otros materiales recuperables.

 

¿Cuál es el beneficio del reúso de efluentes?

 

Los beneficios son varios: ambiental, económico y productivo.

Entre las alternativas se encuentran la producción agrícola-forestal,  pasturas/forrajes, como la alfalfa, el agropiro y la festuca, la producción forestal de álamos, sauces y otras especies.

Además se puede aprovechar para el riego de los sistemas de producción silvo pastoriles,  la forestación con pasturas y ganadería y la producción de cultivos industriales como olivos, vid y aromáticas, los cultivos frutales y la producción de plantas ornamentales.