Doce mil personas participan de las propuestas, entre las que se encuentran oficios tradicionales, como carpintería, herrería y gastronomía; además de otros innovadores como reparación de celulares, construcción en seco, agrometeorología, invernaderos, maquinarias agrícolas, viales y muchos más.
“Llevamos tres meses de ejecución del programa y estamos muy conformes con los 700 proyectos en marcha; muchos de ellos continúan hasta fines de septiembre. Es un programa con muchos años de presencia en el ministerio, que brinda posibilidades a quienes están desocupados o subempleados; les permite capacitarse y obtener una salida laboral”, indicó Walter Dalinger, a cargo del plan.
Los cursos se realizan mediante convenios con instituciones intermedias, juntas vecinales y clubes, quienes ponen a disposición sus instalaciones para el desarrollo de las clases.