Se trata de un trabajo del Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable del Centro Atómico apoyado por el área de Ciencia y Tecnología de la Provincia, con la participación del Departamento Provincial de Aguas.
Días atrás se realizó una reunión para determinar cuáles serían las condiciones que debería tener una la planta piloto, su ubicación estratégica y sobre el tipo de efluentes.
Este proyecto se suma a otros que mediante el desarrollo y transferencia de tecnología aportan al desarrollo sustentable de nuestra provincia, por ejemplo las nanopartículas magnéticas para separación de hidrocarburos de aguas contaminadas.
El potencial científico tecnológico de Río Negro es acompañado por políticas de Estado planificadas a corto, mediano y largo plazo a través del Ministerio de Economía.
Al respecto el ministro de Economía, Agustín Domingo, destacó la importancia de planificar estratégicamente y de apoyar investigaciones que traen beneficios para toda la sociedad. “En nuestra provincia hay muchas cosas que nos destacan, una son los avances en investigaciones científicas para desarrollar proyectos con alto impacto ambiental y social. Nuestra política es acompañarlas desde el inicio y en cada planificación que hacemos en el Ministerio son consideradas prioritarias”, aseguró.
En este sentido, el Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable realiza los desarrollos de tecnología y desde la Secretaria de Ciencia y Tecnología de la Provincia realizan las articulaciones con otros organismos para la efectiva implementación de estas tecnologías en Río Negro.
Participaron del encuentro el secretario de Ciencia y Tecnología, Hugo Josserme, Daniel Quattrini, Carolina Bagnato, Gisela Ferraro, María Belén Prados y Mauricio Sica del Instituto de Energía y Desarrollo Sustentable del CNEA y Mauro Ferrarese de la Cooperativa de Electricidad Bariloche.
Microalgas autóctonas, un recurso natural rionegrino con altos niveles de aplicación ¿Cómo funciona esta tecnología?
El correcto tratamiento y disposición de efluentes es uno de los problemas a los que las sociedades modernas se enfrentan. Los sistemas cloacales concentran estos desechos en plantas de tratamiento de tamaño considerable. Para su disposición estos deben ser tratados y ajustarse a las normas y/o legislación vigente en cada localidad o provincia. En general los tratamientos clásicos utilizan bioreactores.
En el laboratorio de bioenergía del IEDS se viene trabajando, a escala de laboratorio, en biorremediación, es decir aislamiento de cepas de microalgas de la región con potencial biotecnológico. Una de las aplicaciones que han evaluado exitosamente es la utilización de las algas en la remoción de fósforo y nitrógeno, a niveles permitidos de vuelco, del efluente de la planta de tratamiento de efluentes de Bariloche operada por la CEB.
Esta tecnología representa varias ventajas adicionales respecto de las técnicas convencionales para el tratamiento de efluentes. Por un lado, los BES (sistemas biolectroquímicos) operan bajo condiciones completamente anaeróbicas con una baja generación de barros durante el tratamiento de efluentes. Esto resulta altamente ventajoso dado que reduciría significativamente los costos operativos en el tratamiento de aguas residuales, donde gran parte de los mismos está asociado al manejo y tratamiento de los sólidos. Por otro lado, los BES constituyen un proceso cerrado capaz de contener y remover los olores generados durante el tratamiento; mientras que los procesos actuales, que requieren aireación contribuyen a dispersar los mismos, lo que afecta negativamente la calidad de vida de las comunidades que viven en las cercanías de las plantas de tratamiento.
El objetivo general de esta investigación científica es contribuir al desarrollo de la tecnología mencionada, poniendo a disposición de la comunidad soluciones a la demanda de energías limpias y a la contaminación ambiental.