La aeronave será utilizada principalmente para el traslado de pacientes críticos dentro de Río Negro, pero también se puede destinar a tareas de emergencia como rescates, evacuaciones o controles de incendios.
Esta semana se ultimarán los detalles en el armado del equipo que se destinará a los vuelos y se realizará una prueba de perfeccionamiento, para garantizar que el vuelo salga en óptimas condiciones.
Se trata de un simulacro de ingreso a la aeronave de un paciente en grave estado, que será instalado en el habitáculo, despegará del Aeropuerto de Viedma, volará algunos minutos y volverá a descender.
Es la etapa final para poner el avión en pleno funcionamiento como parte del Sistema Integral de Atención Rionegrina de Medicina de Emergencia (SIARME) y dejarlo totalmente disponible, con aparatología propia que cambiará según las necesidades del vuelo.
“Es sumamente importante contar con este avión, porque más allá de lo que se viene haciendo en materia de vuelos sanitarios, vamos a cubrir necesidades en el interior de la provincia. El avión tiene características que nos permiten operar en espacios donde otros aviones no pueden o no se puede llegar por vía terrestre”, explicó el director de Aeronáutica, José María Scheverin.
La aeronave –un Piper Azteca- acercará a pacientes críticos a los hospitales cabecera de General Roca, Viedma, Cipolletti y San Carlos de Bariloche. Se destinaron $3.400.000 para recuperar el avión del hangar en donde se encontraba en Neuquén desde 1996, y ponerlo nuevamente en condiciones de vuelo.
La aeronave tiene seis plazas y es configurable para funcionar como ambulancia, con capacidad de cumplir varias funciones. Cumple con todas las normas y requisitos que exige la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) para vuelos civiles.