A contramano de la tendencia nacional, el consumo de cemento en Río Negro creció en noviembre de 2018 (en relación al mismo mes del año anterior) un 30,6% en el rubro despachos a granel, que son los que siguen el ritmo de la obra pública. Este indicador, que se contrapone con la caída del 11,3% a nivel país que experimentó el consumo de cemento en ese rubro, coincide con la puesta en marcha de las obras del Plan Castello.
El dato ofrece múltiples lecturas, entre ellas, que a partir de la aprobación de esta iniciativa por mayoría especial en la Legislatura provincial, el golpe de la crisis a la mano de obra resultó amortiguado. Al mismo tiempo, el consumo de cemento opera como indicador general de actividad económica, por lo tanto también en el resto de las actividades este plan de infraestructura está menguando los efectos de la pronunciada caída del consumo de los últimos meses.
Los datos surgen del relevamiento habitual de la consultora “Economía y Regiones”, donde se observa que en algunas provincias limítrofes la situación es muy diferente. En Chubut cayó 12% el consumo de cemento a granel, y en La Pampa, la merma fue de casi el 4%. Sólo Neuquén tiene indicadores positivos (en plena expansión de Vaca Muerta), con un crecimiento del 17%. Río Negro, con el aumento del 30,6% en el consumo de cemento a granel, sólo es superada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde el consumó mostró una mejoría (noviembre de 2018 contra noviembre de 2017), del 43%.
Según el mismo relevamiento de “Economía y Regiones”, el consumo de cemento en bolsa (indicador de la obra privada) en Río Negro experimentó una retracción del 13% en el mismo mes de noviembre de 2018 respecto de igual mes de 2017. Ante este indicador, tiene un doble efecto positivo en el corto plazo el Plan Castello, al compensar demanda de mano de obra y caída del consumo en términos generales.