De este modo, se pretende promocionar y desarrollar programas y actividades referidas al hábitat y técnicas conjuntas, que resulten de interés económico, científico y social.
El convenio contempla temas como hábitat, planificación y desarrollo local, producción social y autogestionaria del hábitat, como así también el fortalecimiento del capital social de las comunidades.
Con el objeto de llevar a la práctica los propósitos indicados, el IPPV y Un Techo Para Mi Hermano integrarán una Unidad de Coordinación que será encargada de supervisar las actividades que deriven de la aplicación del acuerdo.
Dicha unidad tendrá en sus atribuciones proponer la firma de convenios que deberán incluir los proyectos a ejecutar como así también los compromisos a adoptar en cuanto a recursos humanos, económicos y financieros. Además, el velar por el cumplimiento de los mismos e informar la marcha de los programas vigentes.
Cabe destacar que el documento declara que la complementación mutua sirve a sus respectivos desarrollos y que produce un aumento de las capacidades de servicio a las comunidades de las que forman parte. De esta manera se da cumplimiento a la responsabilidad social que compromete en alto grado a las instituciones signatarias del acuerdo.
Un Techo para Mi Hermano
La asociación civil “Un Techo Para Mi Hermano”, nace en el 7 de agosto de 1999, a instancia de la convocatoria realizada por el obispo Miguel Hesayne ante la iniciativa de una parroquia de dar respuesta a la necesidad habitacional de familias vulnerables. De este modo se creó el Programa Diocesano Un Techo para mi Hermano dependiente del Obispado de Viedma.
Actualmente la asociación se encuentra distribuida en todo el territorio provincial y es una referencia en la Patagonia sobre el trabajo desarrollado con las comunidades marginadas. Para mayor información sobre la actividad de la asociación civil ingresar a http://untecho.org.ar/.