Las autoridades de la obra indicaron que estos trabajos avanzan a la par de la estructura de hormigón de la Avenida. El avance de la nueva Bustillo, obligó a una intensa obra previa en las bases y los laterales, que implicó un sinnúmero de trabajos en estructura de servicios, que eran muy antiguos y una parte de ellos fueron hechos a nuevo.
Las obras de hormigonado fueron complejos, ya que demandaron primero la demolición de la antigua traza, en medio kilómetro en torno al Monolito, y el emplazamiento de la nueva estructura de hormigón.
Esta parte de la obra registra un 33% y es la que va quedando a la vista, demostrando la profunda transformación de una Avenida inaugurada hace 50 años, que sólo recibió parches y reasfaltados precarios en estas décadas.
La directora ejecutiva del Ente de Desarrollo de la Cordillera (ECO), Laura Totonelli, destacó que la obra avanza en tiempo y forma según lo previsto para la primera etapa, de dos años para los primeros 4.150 metros de la Avenida.
Para tener una idea del desafío, Totonelli destacó que un relevamiento de Vialidad Rionegrina indicó que en verano de este año circularon por Bustillo 2.180.000 vehículos, una carga que acompañó una temporada turística récord, en la que la obra siguió avanzando.
Por eso recalcó el pedido de no estacionar en las banquinas entre el Monolito y el kilómetro 1,5 de la Avenida, ya que esa actitud de los conductores agrega complicaciones al tránsito.
“Es una obra que siguió avanzando aún con las nevadas y heladas de otoño, luego los temporales de lluvia y nieve complicaron el avance del hormigonado, pero se continuó bien con el nuevo colector y los servicios en los laterales, trabajos muy importantes para hacer en esta etapa”, sostuvo la titular del ECO.
Explicó que “en Bariloche es muy compleja una obra de esta magnitud por la falta de planificación urbana histórica, las vías principales no tienen alternativas, y cualquier intervención vial afecta al tránsito”.
“Más una inversión de esta envergadura, que en las temporadas turísticas coexiste con la suma de millones de vehículos en la calzada. La interferencia es inevitable. Hay que pensar que todo lo que sucede es para tener una Avenida adecuada para las próximas décadas, al igual que la demanda del sistema de saneamiento y los servicios”, agregó.
Las tareas más complejas, en la adecuación de las bases que sustentarán una avenida más grande y funcional, son las que registran un mayor avance.
Fue completada la limpieza y desarme de la zona de camino a lo largo de 1,8 kilómetro, lo que implica un 60% de avance. Eso va asociado a la ingeniería de contención de toda la obra, estructura de taludes con gaviones de casi un kilómetro, lo que ya alcanzó el 70% del total de la primera etapa.
Distintas tareas de ampliación del colector cloacal de Bustillo, un tramo de impulsión que se conectará con el colector costanero ya casi listo hasta la planta de tratamiento, llegaron casi a la mitad de lo proyectado, al igual que la nueva red troncal de agua del sector.
Se llevan ejecutados 850 ml, de los cuales 750 ml se encuentran ya soterrados.
Todo esto fue acompañado por tendidos de cañería pluvial, colocación de cámaras de inspección y de múltiples cañeros eléctricos.
Otro de los desafíos de la inversión para las próximas semanas será la colocación de una planta de impulsión cloacal y su conexión al nuevo ducto.
Esto requirió acuerdos con el área Saneamiento de la CEB, la Dirección de Vialidad Rionegrina y el Departamento Provincial de Aguas, para planificar las próximas licitaciones y contrataciones para la continuación de la obra.
Cabe recordar que la ejecución corre por parte de la empresa CODISTEL S.A. a partir de la licitación pública formulada por la Dirección de Vialidad Rionegrina. Todas las actividades de contacto y comunicación con organismos, empresas y frentistas se llevan a cabo a través del Ente de Desarrollo de la Cordillera, organismo provincial con sede en Bariloche.